A 35 años del regreso a la democracia y en el día internacional de los Derechos Humanos, Ricardo Alfonsín hizo un repaso del recordado día en que su padre asumió la presidencia electo en forma libre por el pueblo argentino.

Alfonsin recordó los esfuerzos por preservar el orden institucional durante los primeros años y los fracasos de una democracia joven que postergaron la igualdad social.

Ricardo Alfonsín recordó la asunción de su padre al poder un 10 de diciembre de 1983 poniéndole fin a 7 años de dictadura cívico-militar y daba pie a un proceso que comenzó en elecciones libres, abiertas y competitivas para la construcción de una nueva etapa democrática.

“Lo que queda vigente es la necesidad de construir una sociedad más justa. El objetivo principal de 1983 era terminar con las dictaduras. En este sentido, tuvimos éxito. Pudimos consolidar una democracia formal, que requiere del reconocimiento de derechos fundamentales, que tienen que ver con la libertad, con la vida», destacó el dirigente radical.

En tal sentido explicó que aquel 10 de diciembre «sabíamos que a partir de que el pueblo eligiera a sus representantes podíamos avanzar hacia la construcción de una sociedad más equitativa y que se trataba de un camino lento. En eso, no hemos avanzado tanto como creíamos», lamentó.

Durante la entrevista con Perfil explico que hubo «una serie de factores, algunos tienen que ver con errores… 35 años es mucho tiempo». Alfonsín concluye en que «hubo errores en las políticas aplicadas. Hubo errores de los oficialismos, hubo errores de las oposiciones.Además, hay factores que no controlan los gobiernos. Y esto cada vez más en un mundo interdependiente, aunque asimétricamente interdependiente».

«La dictadura nos había endeudado, era terrible en endeudamiento y la Guerra de Malvinas nos había aislado», recuerda en relación al contexto en que tuvo que asumir Raúl Alfonsín y destacó la figura del peronismo representada por Antonio Cafiero. Fue el hombre que más se comprometió: no solamente por las amenazas militares, sino también con la economía», dijo.

Además destacó que el dirigente justicialista «trató de apoyar algunas decisiones que eran imprescindibles. Y eso creo que le costó la presidencia. Y al país le costó un presidente que hubiera hecho las cosas muy distintas: no creo que un gobierno de Cafiero hubiera puesto en marcha la revolución neoliberal que se inició en el mundo en ese momento».

Por último aseguró que su padre fue un «socialdemócrata»: «La izquierda no renuncia a cuestiones que tienen que ver con la democracia formal. Utiliza democracia liberal para luchar por la democracia social. Se lucha por eso sin dejar de lado instituciones como la división de poderes, el estado de Derecho», repasa. 

«Son conductas universales que tienen que ver con la ilustración. Y no se las podemos regalar a la derecha. Fueron un progreso fundamental en la Humanidad. Son la diferencia entre la civilización y la barbarie. Entre la vida y la muerte. El fracaso del capitalismo salvaje, del neoliberalismo, también pone en crisis la idea del progreso. Y eso hace que surjan los neofascismos», concluyó.

Fuente: Política Argentina

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