Con ayuda de la agrupación Envar El Kadri, las integrantes de Mujeres del Mar lograron uno de sus anhelos: tener un lugar para trabajar, compartir y ayudar.

“Este local tiene todo un símbolo de poder entender la solidaridad en serio, sin condicionamientos”, expresó Fabi Gómez al ser consultada por RadioNoticiasWeb (RNW) en relación al sitio que, de ahora en adelante, se transformará en el escenario de sus reuniones y convocatorias.

Hasta hace poco tiempo, el grupo aprovechaba el espacio cedido durante dos horas semanales por el Centro de Jubilados, pero al ser tenido en cuenta por los miembros de Envar El Kadri para compartir un terreno situado en Avenida Libertador (entre Termas de Río Hondo y Río Paraná), su realidad cambió.

Desde hacía tiempo las Mujeres del Mar aguardaban tener su propio lugar para implementar talleres, poner a disposición la bibliografía que atesoran y realizar múltiples actividades, por eso la noticia las llenó de satisfacción y renovó sus ganas de intensificar esfuerzos “para recuperar la autoestima de las mujeres”. “Para nosotras son pequeñas cosas que van a ser grandes en algún momento”, señalaron las líderes de la organización.

Este nuevo espacio, considera Gómez, es resultado de un arreglo “cooperativo y colaborativo” ya que “el local es de Mujeres del Mar y de la gente de El Kadri y de toda la comunidad que quiera trabajar y ayudar en lo que haga falta”.

A fin de evitar malos entendidos y para reafirmar el espíritu independiente y la identidad propia de la agrupación, Gómez concluyó: “Nosotras no somos El Kadri, somos Mujeres del  Mar. Nosotras estamos con las mujeres víctimas de la violencia de género y vamos a aceptar la ayuda de todos, pero sin condicionamientos”.

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