Hoy se cumplen siete años de la muerte de Carlos Fuentealba a manos del cabo José Darío Poblete. El docente se convirtió en un símbolo de la lucha por los derechos de los trabajadores de la educación.

Carlos Fuentealba

El 4 de abril de 2007, los integrantes de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN) tomaron la decisión de cortar la Ruta Nacional 22 a la altura de la localidad de Arroyito, a poco más de 50 kilómetros de la ciudad de Neuquén. Fue una decisión adoptada por mayoría, en una asamblea. Por eso la acató el maestro Carlos Fuentealba, quien no estaba de acuerdo con la medida tomada por sus compañeros: creía que, por tratarse de una zona alejada de la ciudad, era peligrosa para realizar una manifestación de este tipo.

Para entonces, ATEN llevaba cuatro semanas de paro y cortar una ruta suponía desafiar al gobernador Jorge Sobisch. Los docentes, sin embargo, consideraron que la medida de fuerza era necesaria para redoblar la presión.

La respuesta de Sobisch fue contundente: la circulación por la ruta no debía interrumpirse. La policía provincial, de este modo y después de recibir la orden correspondiente, se encargó de reprimir a los maestros apenas llegaron al lugar. La acción de un carro hidrante, sumada a los gases lacrimógenos y las balas de goma, consiguió dispersar a los manifestantes.

La represión, de todas formas, siguió recrudeciéndose. Hubo policías que empezaron a perseguir a los docentes aún cuando ya se habían alejado de la ruta. Cuando los educadores finalmente tomaron la decisión de retirarse, llegó lo peor.

Fuentealba viajaba en la parte trasera de un Fiat 147 cuando el cabo José Darío Poblete, a unos dos metros de distancia, disparó una bomba de gas lacrimógeno hacia el vehículo. La granada rompió el vidrio del auto y llegó a la nuca del docente, quien falleció al día siguiente en el Hospital Central de Neuquén.

Quien era Fuentealba

Carlos Fuentealba tenía 40 años al momento de su muerte. Se había recibido de docente recién en 2005, después de haberse dedicado a diferentes oficios y empleos. En abril de 2007, trabajaba en el Centro Provincial de Enseñanza Media Nro. 69, donde enseñaba química y era delegado sindical.

Cuando el disparo del cabo Poblete acabó con su vida, sus hijas tenían 10 y 14 años de edad.

El juicio

En 2008, Poblete fue condenado a prisión perpetua. Dicho fallo fue ratificado por la Corte Suprema de Justicia de Neuquén en 2013. La viuda del maestro, Sandra Rodríguez, reclama actualmente que Poblete cumpla la sentencia en una Unidad Federal, ya que afirma que fue visto “caminando como si nada”, según le contó a Télam.

Hay además una causa paralela que tiene procesados a quince policías por la represión de 2007. En el marco de esta causa, Sobisch logró eludir el procesamiento pedido por la querella y también evitó ser sometido a un juicio político.

El recuerdo y el legado

En el 7º aniversario de la muerte de Fuentealba, ATEN organizó para hoy diversas actividades en Neuquén, que incluyen una bicicleteada, una marcha y un festival artístico.

Por otra parte, hoy también tendrá su estreno nacional el documental “Carlos Fuentealba. Camino de un maestro”, dirigido por Luciano Zito. El mismo podrá verse en los Espacios INCAA.

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