La titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción 45, Viviana Fein, imputó hoy al especialista en informática Diego Lagomarsino “por facilitar el arma Bersa calibre .22 hallada en el departamento” de Puerto Madero donde apareció muerto el fiscal Alberto Nisman el pasado domingo 18.

Así lo expresó la fiscal en un comunicado difundido hoy, en el que justificó la medida basada en el artículo 189 bis, apartado 4 del Código Penal, que reza: “Será reprimido con prisión de un año a seis años el que entregare un arma de fuego por cualquier título a quien no acreditare su condición de legítimo usuario”.

En el texto, la fiscal resalta que “está evaluando las pruebas recolectadas y los testimonios para saber hasta dónde podría extenderse la imputación”.Comenzó el trabajo de análisis de todos los registros de video de las cámaras de seguridad del complejo Le Parc de Puerto Madero.

Por otra parte, el comunicado indica que en lo que hace a peritajes se detectó que «los registros escritos de ingreso y egreso del edificio demuestran falencias, por lo que la fiscal Fein ordenó un análisis profundo de las imágenes».

«La División Apoyo Tecnológico de la Policía Federal Argentina asiste a la fiscal en el análisis de todo el material incautado, entre ellos celulares y líneas incorporados a la investigación», indica el parte de la Fiscalía 45.

En ese sentido, señala además que Fein «se encuentra a la espera de los resultados de ADN ordenados sobre el material balístico levantado en el departamento la noche del suceso» y, «para mantener la asepsia de las pruebas, se resguardaron en un sitio de máxima seguridad».

La imputación a Lagomarsino se produce a una semana del hecho, y luego de que el técnico en informática brindara su versión de carácter espontáneo ante la justicia.

Según sus dichos, visitó a Nisman en su departamento de la Torre Le Parc, en Puerto Madero, el sábado a las 17.30 donde, tras una breve charla el ex fiscal, le preguntó: – «¿Vos tenés un arma?»; y ante su respuesta afirmativa se la pidió prestada «por razones de seguridad» y agregó que «tenía miedo» y que la llevaría en el auto.

Ante ese pedido, fue hasta su casa, recogió la pistola que guardaba desarmada en tres partes y la colocó en su mochila con la que regresó a la vivienda de Nisman, alrededor de las 20.30 y se la entregó al fiscal.

La justicia dilucidó en este tiempo si el fiscal Nisman o el propio Lagomarsino estaban habilitados para portar o poseer armas.

En ese sentido, el inciso 4 del artículo 1° de la ley 25.886 (2004), prevé prisión de 1 hasta 6 años para quien «entregare un arma de fuego, por cualquier título, a quien no acreditare su condición de legítimo usuario”.

Si bien Nisman tenía armas, aparentemente registradas en la década del 90, no se estableció que antes de su muerte aún estuviese debidamente inscripto para recibir cualquier tipo de arma.

El Registro Nacional de Armas (RENAR), a través de su página web, es contundente en este punto: “La credencial de Legítimo Usuario de Armas de Fuego tiene una vigencia de cinco años y debe renovarse dentro de los noventa días anteriores a su vencimiento”.

Las tenencias, por su parte, “tienen carácter de título sobre el arma y sólo caducan si no se renueva la credencial de Legítimo Usuario en término”.

Lagomarsino, que el viernes comenzó a ser custodiado por fuerzas federales por pedido de la justicia, ahora llegará a Tribunales para ser indagado en lugar de prestar declaración testimonial, tal como opinaban especialistas en derecho penal.

Télam

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