Cada vez que llega el Super Bowl, que este domingo protagonizarán Los Ángeles Rams y Cincinnati Bengals en el SoFi Stadium de Los Ángeles, se habla del “ evento deportivo del año” y en países como Argentina (más afines a otros deportes) algunos dicen que esta consideración es exagerada. Sin embargo, libra por libra y –especialmente- dólar por dólar, lo que genera el Super Bowl es absolutamente incontrastable.

Los números son contundentes: en el momento de cierre de esta nota, la entrada más económica para ver la final de la NFL cotiza en 4.685 dólares. No solo es muchísimo dinero desde la perspectiva de un bolsillo argentino, sino también en la comparativa de otros grandes eventos. Sin ir más lejos, un paquete completo para ver un par de partidos importantes del Mundial puede salir varios dólares menos que la gran cita del fútbol americano.

La única agencia autorizada por FIFA para vender paquetes para el Mundial es Rotamund. Su paquete de cuartos de final cotiza en los 4.050 dólares por persona. El mismo incluye vuelos, alojamiento por cuatro noches y entradas para dos partidos de cuartos de final. Efectivamente, un paquete que te podría permitir ver a Messi, Mbappé, De Bruyne y/o Neymar sale menos sale menos que el ticket del especialmente costoso Super Bowl 56.

Ni hablemos de llevar estos números a nuestra moneda. El paquete más “económico” del Mundial, que es similar al anterior descripto pero con acceso a dos partidos de octavos de final, sale 3.800 dólares por persona. Con un dólar turista que cotiza 183,15 pesos al cierre de esta nota, estaríamos hablando de 695.970 pesos.

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